2011: muestra individual, Museo Quinquela Martín, salas Miguel C. Victorica.
Arte y naturaleza
Los fenómenos se dan en la naturaleza.
Un crepúsculo es un fenómeno natural, ese fenómeno es un momento particular de la luz.
En ese espacio donde el fenómeno se da, la naturaleza se muestra conmovida.
Pero el fenómeno es fugaz.
Se aniquila en su propia realización. En este caso ese fenómeno, tomado de la naturaleza, ha sido llevado a otra dimensión.
La pintura de Dora Jolodovsky se apoya en ese fenómeno.
Si meramente lo describiera, sería ilustrativa o fotográfica. Pero si la pintura parte de premisas abstractas, ese fenómeno se hace trascendente.
Si la pintura parte de un universal abstracto, que es lo abarcador, tomando la expresión de Jaspers, pasa a referirse al todo y no a la parte. Si la pintura parte de ese todo universal y abstracto, e inscribe en su seno el fenómeno que se da en la naturaleza, esa pintura adquiere una doble dimensión.
La dimensión del fenómeno que es natural, y la dimensión del arte al expresar el todo.
El centro de esta pintura, no es lo particular concreto, sino lo universal abstracto.
Es una síntesis armónica, entre la naturaleza y la abstracción, que se refiere no a lo transitorio sino a lo perdurable.
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Prof. Teodoro Craiem.
Crítico de Arte
Una constante: siempre hay
calidad de pintura.
Y el lenguaje se va haciendo
hasta que aparece Rothko.
A veces surge la figuración:
pero es tan abstracta
como los planos y los espacios.
Un cielo determina un horizonte.
Es como una ventana
abierta al infinito.
Lo finito “limita” el infinito:
entonces hay horizonte.
Luego puede ser gente:
¡el movimiento es tan indeterminado!
El gris es compacto,
hay nieve,
y gente. Tal vez.
Los arcos
son como ojivas
abiertas
en el cielo.
La pintura
está justa;
ni un toque de más
ni un toque de menos.
La armonía es
el todo.
Hay y no hay
materia.
Hay espacio.
¿Paisajes?
¿Abstracciones?
Pintura.
Prof. Teodoro Craiem
Crítico de Arte